Arroz Caldoso con Pollo de Corral: Un Legado de Tradición y Sabor
El arroz caldoso con pollo de corral es uno de esos platos de domingo que llenan la casa de aromas a sofrito, caldo y leña.[web:58][web:81] Combina un caldo aromático hecho a partir del propio pollo con verduras de la huerta y un arroz de grano medio que queda meloso, entre sopa espesa y guiso.
Su origen está en la cocina rural, cuando se sacrificaba un pollo de corral y se aprovechaban las verduras del huerto para elaborar un plato único, nutritivo y compartido.[web:62] Hoy, aunque el proceso se ha simplificado, sigue siendo sinónimo de hospitalidad y cocina casera pausada.
Ingredientes: la base de la autenticidad
Para 4–6 personas se utilizan ingredientes sencillos pero de calidad.[web:81]
- 1 pollo de corral mediano (1,3–1,5 kg) troceado.
- 300–500 g de arroz de grano medio, idealmente bomba o similares.[web:81]
- 1 cebolla, 1 pimiento verde, medio pimiento rojo y 2 tomates maduros o tomate triturado de calidad.
- 4 dientes de ajo y un buen manojo de perejil fresco.
- 1 cucharadita de pimentón dulce, alguna ramita de romero, sal y aceite de oliva virgen extra.
- Caldo de pollo casero o agua en proporción aproximada 4:1 respecto al arroz.[web:81]
El uso de pollo de corral o, en su defecto, pollo campero, aporta una carne más sabrosa y un caldo más intenso, aunque requiere algo más de tiempo de cocción.[web:81] Las verduras conviene picarlas finas para que se integren en el sofrito y den cuerpo al caldo.
Elaboración: un viaje sensorial
Preparación del pollo y sofrito
En una cazuela amplia de hierro o barro, dora los trozos de pollo en aceite de oliva a fuego medio-alto hasta que se tuesten por fuera; retira y reserva.[web:81] En el mismo aceite comienza el sofrito con la cebolla y los pimientos picados, pochando a fuego medio-bajo hasta que estén tiernos y ligeramente dulces.
Añade el tomate rallado o triturado, el ajo y el perejil picados y, por último, el pimentón, removiendo unos segundos con la cazuela fuera del fuego para que no se queme.[web:75][web:81] Cocina ese sofrito unos 8–10 minutos hasta que reduzca y concentre sabor.
Cocción del caldo y del arroz
- Cocer el pollo: reincorpora el pollo al sofrito y cubre con caldo caliente o agua, dejando hervir suave 45–60 minutos hasta que la carne esté tierna pero no se deshaga.[web:81]
- Añadir el arroz: ajusta de sal, añade el arroz repartido de forma uniforme y las ramitas de romero, y cocina a fuego medio-bajo unos 18–20 minutos, manteniendo siempre un buen nivel de caldo.
El punto ideal es caldoso y sedoso, con el grano entero pero tierno, bañándose en un caldo amarillo dorado ligeramente ligado por el almidón del arroz.[web:81]
Toque final
Cuando el arroz esté hecho, apaga el fuego y deja reposar 5 minutos tapado para que se asienten sabores y texturas.[web:62] Retira las ramas de romero y termina con un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo justo antes de servir.
Secretos para el éxito
Elección del pollo
Siempre que sea posible, utiliza pollo de corral o campero, con más infiltración de grasa y sabor; las piezas con hueso (muslos, contramuslos, alas) dan un caldo mucho más rico que la pechuga sola.[web:81]
Control del caldo
Para un arroz caldoso equilibrado resulta clave respetar la proporción de líquido y añadir el caldo bien caliente, sin grandes variaciones de ebullición.[web:81] Si ves que se consume demasiado rápido, incorpora más caldo poco a poco; si queda excesivamente líquido, prolonga unos minutos la cocción suave.
Sofrito perfecto
Un sofrito lento es el corazón del plato: las verduras deben casi deshacerse, aportando dulzor natural y cuerpo al caldo.[web:62] El tomate ha de perder su acidez antes de añadir el líquido para que el resultado final quede redondo.
Variaciones y acompañamientos
Toques vegetales y de temporada
Se puede enriquecer el guiso con judías verdes, tirabeques o alcachofas, añadiéndolas en los últimos minutos de cocción del caldo para mantener algo de textura.[web:62] Otra opción es incluir unas hebras de azafrán tostadas, que aportan un matiz floral y un color dorado intenso.
Maridaje
Un vino blanco joven y afrutado, como un Verdejo o un Albariño, acompaña muy bien la untuosidad del caldo y el sabor del pollo sin taparlos.[web:62] Para quienes prefieran opciones sin alcohol, una limonada casera con hierbas aromáticas o un mosto blanco bien frío funcionan de maravilla.
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